Existen varios tipos de cirugía láser. Y nuestros especialistas están capacitados para realizar las técnicas más modernas y adecuadas para cada paciente.

Por su seguridad y efectividad, desde hace años que las distintas técnicas de cirugía láser se han ido imponiendo para tratar algunos de los problemas a la vista más comunes. Sus grandes ventajas son la rápida recuperación visual y un post operatorio más cómodo.

Por su seguridad y efectividad, desde hace años que las distintas técnicas de cirugía láser se han ido imponiendo para tratar algunos de los problemas a la vista más comunes. Sus grandes ventajas son la rápida recuperación visual y un post operatorio más cómodo.

Miopía, astigmatismo e hipermetropía son las principales enfermedades que se tratan con este tipo de cirugías, las que se han convertido en una real alternativa al uso de lentes ópticos. Las cirugías láser permiten corregir estos defectos de manera rápida y con una recuperación visual muy acelerada, en la mayoría de los casos.

Distintas alternativas

Existen varios tipos de cirugía láser sobre la córnea y el LASIK (Laser Assisted in Situ Keratomileusis) es la más común. “Los antiguos métodos para corregir miopía y astigmatismo eran poco predecibles en el tiempo. Desde la aparición de la técnica Lasik en 1990, se ha demostrado su seguridad y efectividad. Dada su rápida difusión por todo el mundo, se realizan a diario miles de procedimientos en forma segura y predecible”, comenta la doctora Zapata.

Esta técnica consiste en crear un “Flap”, es decir, una especie de tapita que protege el área corneal tratada. De esta forma se logra mejorar la agudeza visual a los pocos días de la operación, con mínimas molestias en el post operatorio. Es un procedimiento rápido que dura aproximadamente 20 minutos por cada ojo y que es realizado con equipos de muy alta precisión.

Otra técnica utilizada para corregir estas mismas patologías es la PRK, en la que se sacan las células que están por encima de la córnea y se aplica el láser directamente en la superficie sin necesidad de realizar un Flap. Luego se deja un lente de contacto blando por una semana en promedio, para que las células vuelvan a crecer y cubran la córnea.

La técnica más moderna es el SMILE. Con un láser de Femtosegundo realizamos un lentículo o “lonjita” en el espesor corneal, el que, al ser retirado por una pequeña incisión, corrige el defecto o vicio de refracción. Esta ténica nos permite tratar mayores rangos de miopía que el LASIK.

Finalmente está el LASEK, una técnica menos común, en la que se utiliza el mismo epitelio o primera capa de la córnea para cubrir la zona tratada y luego se pone un lente de contacto.

Requisitos para una cirugía refractaria

Lo primero es que la miopía se mantenga estable al menos durante seis meses, pero idealmente por un año. Recién entonces se inicia el estudio mediante exámenes para saber si el paciente es un buen candidato para la cirugía. De ser así, el paciente debe someterse a una serie de exámenes, entre ellos:

  • Paquimetría: mide el grosor de la córnea
  • Pupilometría: determina el tamaño de la pupila
  • Topografía corneal: entrega información sobre la forma o curvatura corneal.
  • Aberrometría: mide las aberraciones en el sistema óptico del ojo.
  • Estudios de superficie ocular, idealmente.

Miopía: es una alteración que, en general, impide ver de manera clara y nítida los objetos que están lejos. En la mayoría de los casos se produce porque la córnea tiene una curvatura aumentada o el globo ocular es un poco más largo, lo que produce que las imágenes se formen un poco antes de la retina.

Astigmatismo: se produce porque en la curvatura de la córnea no es la misma en todos sus meridianos. Esto provoca que la luz que ingresa al ojo se enfoque en diferentes puntos de la retina haciendo que la visión sea borrosa o distorsionada. Este problema puede afectar a uno o ambos ojos y es detectado habitualmente en el examen clínico oftalmológico.

Hipermetropía: produce una mala visión de cerca, y si son hipermetropías mayores, también se enfoca mal para lejos debido a un error refractivo, por lo que las imágenes no se enfocan claramente.

Por su seguridad y efectividad, desde hace años que las distintas técnicas de cirugía láser se han ido imponiendo para tratar algunos de los problemas a la vista más comunes. Sus grandes ventajas son la rápida recuperación visual y un post operatorio más cómodo.

figure

Visum es parte de la Red Oftalmológica Láser, la más grande de Chile y con certificación de la Superintendencia de Salud.